sábado, 20 de junio de 2009


Nada en el mundo de hoy
brilla por noble y sincero
es más difícil pensar
que dejar llena de agujeros
a la verdad que muere,
donde mueren los sueños.
Pero nos queda un valor
que no se pierde ni vende
tesoro del corazón,
que de traiciones no entiende.
Son las cosas que quedan
marcadas para siempre
en un rincón del alma
que nunca alcanza la soledad.
Son los buenos amores
y los buenos momentos
que quedarán latiendo adentro nuestro hasta morir.