domingo, 14 de junio de 2009

Fue un ensueño de dulce amor,
horas de dicha y de querer.
Fue el poema de ayer,
que yo soñé de dorado color.
Vanas quimeras que el corazón
no logrará descifrar jamás.
¡Nido tan fugaz,
fue un sueño de amor,
de adoración!
...Cuando las flores de tu rosal
vuelvan más bellas a florecer,
recordarás mi querer